martes, 3 de marzo de 2009

PADRE ROGELIO Y SE PUEDE: Reclaman saquen a Santana del Panteon Nacional














































SANTO DOMINGO.-Al conmemorarse el 165 aniversario de la gesta patriótica del 1844 y 164 del fusilamiento de María Trinidad Sánchez, 27 de febrero de 1845, el padre Rogelio Cruz y el Movimiento Se Puede, rindieron honores a la mujer que se convirtió en la primera víctima del crimen político dominicano, al tiempo de reclamar el traslado de los restos de Pedro Santana, al que consideran un traidor.
El religioso critico y demando junto a la organización el traslado de los restos de Pedro Santana, que permanecen en el Panteón Nacional porque no es justo que figure como un "héroe de la Patria", siendo quien anexo el país.

Recordaron que justo un año después, en 1845 Santana ordenó el fusilamiento de María Trinidad Sánchez, por negarse a traicionar a los líderes de la Sociedad Secreta La Trinitaria.
Rogelio Cruz, considero que la mujer que junto a Concepción Bona, confeccionaron la primera bandera dominicana debe recibir los honores en igualdad de condiciones y sobre todo en un país en donde tenemos tres Padres de la Patria.
Dijo que nadie se explica que tengamos tres Padres, cuando no tenemos una "Madre de la Patria".Manifestó que quienes mantienen a Pedro Santana en el mismo lugar en donde descansan los restos de María Trinidad Sánchez, son cómplice del crimen materializado en 1845 y que se repiten en los actuales momentos con la descomposición que vive el país.
Lamento que 165 años después de lograda la Independencia Nacional el país cuente con gobernantes entreguitas que han vendido al mejor postor lo que le pertenece a todos y a todas.
"Y peor aún, que tengamos gobernantes y funcionarios civiles y militares que auspician o se hacen de la vista gorda frente a la corrupción, el trafico de drogas, el crimen organizado y la impunidad", dijo Rogelio Cruz.
Llamó la atención de los dominicanos para que ahora más que nunca sean recobrados los principios duartianos que dieron origen al surgimiento de la República Dominicana.
El religioso habló con la prensa luego de participar en una vigilia frente a los restos de María Trinidad Sánchez, en el Panteón Nacional junto a representantes de distintas partes del país del Movimiento Se Puede, encabezados por Francisco Antonio Santos, entidad que trabaja con grupos y personas que aman la Patria.
Luego de visitar el Panteón Nacional, el padre Rogelio y lo directivos de Se Puede acudieron al Altar de la Patria en donde rindieron honores a Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y a Francisco del Rosario Sánchez y Francisco Antonio Santos dio lectura al Juramento Trinitario.
MARIA TRINIDAD SANCHEZ
María Trinidad Sánchez (1784-1845) fue la primera víctima del crimen político en la historia republicana, es la más elevada expresión del liderazgo femenino en su época.
Hija de Fernando Sánchez e Isidora Ramona, perteneció al grupo de Febreristas que lucharon por la Independencia Nacional. Junto a Concepción Bona, sus manos confeccionaron la primera bandera dominicana.
Fiel seguidora del pensamiento y acción de Duarte, participó activamente en todo el proceso que culminó el 27 de febrero de 1844, momento decisivo en el que transportó pólvora en sus propias faldas y elaboró muchos de los cartuchos que utilizaron Los Trinitarios esa noche.
Al rebelarse las intenciones anexionistas del General Pedro Santana, se integró a los movimientos conspiradores que surgieron para derrocarlo. María Trinidad alojó en su casa a los disidentes del General Santana y organizó y orientó la conspiración del 1845.
Intentando por todos los medios legales que los defensores de la Independencia pudieran volver al país, el movimiento conspirativo entre civiles y militares tenía por plan un cambio de gobierno, dejando a Pedro Santana con plenos poderes para que éste ordenara el regreso de los patriotas, para luego derrocarlo.
Al descubrirse la insurrección, María Trinidad fue una de las primeras personas apresadas. Única conocedora del escondite de su sobrino, Francisco del Rosario Sánchez, a quien le llevaba las comunicaciones que le enviaban, jamás lo reveló. Junto a otros conjurados fue juzgada por un Consejo de Guerra que les condenó al fusilamiento. El dictamen del Tribunal dice textualmente, que fueron condenados como autores instrumentales de la conspiración considerados hasta el momento, y por haberse negado obstinadamente la primera (Maria Trinidad Sánchez) a confesar (es decir, a delatar) los principales".
Estas palabras dejan ver la entereza de carácter de esta mujer, ya que en los interrogatorios se le ofrecía a gracia de la vida si denunciaba a sus compañeros de conjura, pero esta heroica mujer prefirió callar y enfrentarse al pelotón de fusilamiento antes de traicionarlos.
El 27 de febrero de 1845, al cumplirse el primer aniversario de la fundación de la República, se ejecutó la sentencia. Maria Trinidad Sánchez camino desde la Fortaleza Ozama hasta el cementerio, donde sería fusilada, y al pasar por la Puerta del Conde exclamó:
"Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República".
Su muerte fue producto de la fidelidad a los intereses de la soberanía nacional.

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